Practicar cualquier deporte en forma sistemática ayuda a que los adolescentes aprendan la importancia de la disciplina y el esfuerzo, además fomenta la competitividad sana. Alivia el estrés, mejorando el sueño y la salud mental. Ayuda a combatir posibles crisis de ansiedad o de depresión
La formación del carácter
El deporte interviene positivamente en la formación de carácter del adolescente, ya que le permite:
Darle importancia a la disciplina (todo deporte tiene reglas o normas de juego) y a la responsabilidad.
Valorar el esfuerzo en pos de un objetivo.
Adquirir el sentido de la competitividad siempre y cuando se desarrolle en forma moderada: lograr objetivos, aceptar y aprender de las derrotas.
Respetar y aceptar las diferencias, al otro (tanto a los compañeros de equipo cómo a los “rivales” del juego).
Considerar fundamental la cooperación para lograr objetivos.
Socializar, especialmente para aquél que posee dificultades de relacionarse con sus pares: de esta manera se rompen las barreras de comunicación para muchos adolescentes introvertidos o tímidos. El deporte pone de relieve las similitudes y salva divisiones culturales y étnicas.
Sentido de pertenencia, se desarrollan valores como la generosidad, se comparten alegrías y decepciones (percepciones éstas tan presentes en ésta etapa evolutiva), y genera un sentimiento de aceptación por parte de los demás.
En deportes individuales, le permite fomentar la creatividad y la autonomía entre otras características, es decir la confianza en uno mismo.
Otros beneficios psicológicos
Disminuye la ansiedad: la movilidad corporal regular fomenta canalizar ansiedades generadas por la etapa madurativa propia del adolescente, promoviendo además un buen descanso reparador por las noches y consecuentemente mayor bienestar para el día siguiente.
Posibilita la liberación de tensiones y distracción de las preocupaciones, disminuyendo el malhumor, la irritación y otros estados emocionales.
Es sumamente recomendado para personas que padecen estrés o depresión.
Mejora la capacidad de memoria y concentración: ambas se encuentran beneficiadas al aumentar el flujo de oxígeno al cerebro.
Beneficios físicos
Practicado de manera regular, disminuye en el adolescente el tiempo dedicado a actividades lúdicas pasivas y sedentarias, previniendo diferentes enfermedades como trastornos cardíacos, osteoporosis y obesidad, entre otras.
Promueve un bienestar inmediato ya que durante la actividad se produce liberación de hormonas -endorfinas- encargadas de generar sensación de bienestar y vitalidad.
Fortalece huesos y músculos, baja la presión arterial y los niveles de colesterol.
Contribuye a una adecuada maduración del sistema músculo-esquelético y de sus habilidades psicomotoras. Evita las malas posturas corporales.
ivan andres olivares 307
Hola, Iván muy bien, recuerda que debes indicar qué fuente basaste tu información