Para muchos la adolescencia es la mejor época por la cual atraviesa el ser humano, ya que es aquí en donde se plantean metas, se desarrollan nuevos gustos, llegan nuevos sentimientos no captados hasta ese momento, en fin, es aquel momento en donde nos encontramos con nosotros mismos.
Pero no todo es color de rosas, de hecho el proceso de auto-reconocimiento es uno de los más difíciles de la vida porque uno mismo es quien más se cohíbe de quien se ha sido hasta el momento; y esto se da por la necesidad de "encajar", esa necesidad de sentirse parte de algo porque dejamos atrás ese narcisismo infantil pre-adolescente y nos damos cuenta de que en realidad no somos tan importantes como no lo veníamos planteando, dando como resultado así las dichosas "dudas existenciales", ¿quién soy? ¿quién debería ser? ¿para donde voy? y ¿por qué debería hacerlo? Estas cosas sumadas con problemas externos como la violencia intrafamiliar, las decepciones amorosas o algún daño psicológico hacen que durante este periodo nuestra vida haga su recorrido por " la montaña rusa de las emociones" .
Es aquí en donde así no queramos, vamos a mostrar muy fácilmente que es lo que verdaderamente sentimos y cómo estos cambios están extremadamente ligados con los cambios hormonales que se sufren en el proceso, tendemos a cambiar mucho de estado anímico; en la mañana estas que irradias destellos de grandeza y felicidad, y al llegar la noche,de ti sólo se emanan complejos y tristezas.
Es por estos que en ocasiones llegamos a parecer arrogantes o insensibles...
En la adolescencia reina principalmente el deseo de ser independiente debido a los conocimientos obtenidos de nosotros, por ello, se crean choques con aquellos a quienes vemos como autoridad, nuestros padres, simplemente porque llegamos a esa estúpida conclusión de que ellos no nos quieren ver surgir, o que violan consecutivamente nuestros ideales con sus prejuicios, y al sentirnos amenazados de tal forma llegamos a tomar las peores decisiones existentes.
A fin de cuentas, un adolescente es aquel que adolece con más fuerza los golpes de la vida, y muchas veces es porque no está enterado de cómo funciona el contexto en el cual se encuentra, mi consejo es no tomarse esta etapa tan a la ligera, puede parecer un poco complicado como funciona, pero es la que más nos nos marcará de lo que nos resta de vida; si logras descubrirte a ti durante este periodo, ten por seguro que pasarás de estar en ese limbo emocional a vivir un vida plena. ¡solo depende de ti si quieres brillar más que el sol, o sentirte opacado por quienes lograron hacerlo!
Pedro Quiguazú 309
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